Mujer peruana libre de cáncer de mama
Hola,
mi nombre es Katherine Mendoza vivo en Italia pero soy de origen
peruano, y este es mi testimonio:
En
enero de 2009 me descubro un nódulo muy grande en el seno derecho.
Mi doctora me envió con el bollino verde para hacer una mamografía
y ultrasonido. Después de haber sido examinada por biopsia me
dijeron que tenía un tumor maligno y de inmediato me comenzó a dar
indicaciones de cómo seguir las prácticas o el protocolo médico.
En
el lapso de un mes, me hicieron todas las pruebas y sin demora
comenzaron cuatro largos meses de quimioterapia. La intención era
reducir al máximo el volumen de los tres tumores de: 50, 30 y 20 mm.
Pero
antes de empezar, una amiga me había hablado de la nueva medicina
germánica y parecía una buena oportunidad para ahorrarme sobretodo
la dolosa pérdida del cabello, pero ya que yo no había examinado
sus argumentos a profundidad no estuve lista para ponerla en
práctica, así que seguí el tratamiento hasta los días de la
intervención.
Una
semana después que los médicos, en una entrevista conmigo y mi
colega, me dijeron que al examinar la muestra tomada de la mama (una
cuadrantectomía) no habían encontrado ni rastro de las células
cancerosas, ni siquiera uno, no han encontrado una sola célula
maligna, fue allí cuando me vinieron dudas, y al recordar lo que me
había dicho mi amiga, me puse a pensar seriamente sobre algún
conflicto emocional.
Mi
amiga me hizo conocer a Hamer a través del libro "El cáncer",
leí el libro dos veces y comencé a entender el posible conflicto.
Una persona que conocía la nueva medicina germánica más que yo, me
ayudó a encontrar el conflicto (las peleas con mi marido debido a mi
hijo, cuando por fin me divorcio de él y me sentí libre)
Estaba
muy fascinada con el descubrimiento y cómo había llegado a entender
el comienzo de mi primer conflicto. En total han sido tres dolores
fuertes y luego la separación parcial hasta la llegada del divorcio
que yo no podía ver el momento en que llegara.
Dejé
de hacer las terapias, sólo 30 radioterapias gris, y ante el estupor
de los médicos interrumpí las siguientes terapias y las famosas
terapias inmunológicas que deberían durar un año.
No
fue fácil hacer frente a los médicos que no se hacían ningún
problemas en decirme que si no seguía haciendo las terapias el
cáncer me volvería.
Ahora
yo he comprendido mejor cuán verdadero es lo que decía el libro, y
entonces le pregunté a la doctora: "¿Me asegura que si me hago
la terapia el cáncer no volverá?" Ella me respondió "No,
no podemos asegurarle nada", y yo dije: "Entonces, ¿cómo
puede asegurarme que, si no hago el tratamiento, me volverá el
cáncer si no puede garantizar que haciendo el tratamiento no
volverá?" No dijo nada más, se quedó callada.
A
causa de esta enfermedad me quedé sin trabajo y casa. Tuve que hacer
de conserje en un alojamiento, durante casi un año sufrí el
conflicto del refugiado, con lo que esperaba tener apoyo por el
desempleo por despido, pero no me lo esperaba porque ya me habían
dado una pequeña pensión civil: Esto me causó un malestar muy
fuerte en el estómago que ahora estoy resolviendo porque me di
cuenta que era el “bocado de pan” que no he logrado digerir (el
dinero de desempleo esperándome por derecho).
Primero
tuve que tomar omeprazol para la digestión, pero he entendido el
sentido biológico que ya no tomará más de un mes: así que puedo
decir que mi conflicto de no digerir el bocado ya estaba resuelto,
ahora tan solo espero llegar a entender la crisis epileptoide para
pasar a la segunda parte de la fase de curación.
Ahora
ya no tengo la hinchazón y ardor de estómago, por lo menos no como
antes, pero sobretodo ya no tengo miedo de pensar en el cáncer como
algo mortal. Sé cómo afrontar el problema y me siento tranquila y
calmada.
Pienso
en cómo alcanzar el mejor modo de la fase curativa y sin riesgos.
Sólo
me queda dar las gracias a Hamer por compartir sus descubrimientos y
ayudar a aquellos que están listos para su puesta en práctica.
Gracias
porque hace un año yo no sabía lo que significaba estar serena. No
soy alérgica a nada y ya no me viene más fiebre. Sólo lamento que
no estube lista antes de someterme a la cirugía que me dejó una
marca pero que de todos modos soy capaz de superarlo.
¡Mil
gracias!
Fuente:
"Ciao, mi chiamo Katherine Mendoza" http://www.albanm.com/testimonianze
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