Bach y Hamer: Dos grandes médicos reunidos
La homeopatía y las 5 Leyes Biológicas
La medicina del Dr. Edward Bach y el Dr. Ryke Geerd Hamer tienen por lo menos algo en común: Ambas se ocupan de la psiquis. A decir, ellas contemplan la actividad de los procesos de la psicología de la persona.
La palabra psiquis proviene del griego y significa alma. Lo genial de estas medicinas es que le dan al alma una herramienta importante para que el paciente tome riendas de su salud.
Se sabe que la medicina alopática o la medicina convencional enajena al paciente de su responsabilidad interior respecto a la enfermedad, volviéndole en casi un "menor de edad" el cual tiene que solo ser obediente y no un cuestionador de la sabiduría de los médicos.
La verdadera medicina homeopática, al contrario, busca que el paciente fortalezca su alma en primer lugar, por eso que los remedios homeopáticos no contienen, según la medicina materialista, ningún elemento curativo material para el cuerpo físico, nada que se pueda evidenciar "científicamente". O en el peor de los casos, se considera que éste es tan ínfimo que no se puede detectar en un laboratorio.
Para la medicina homeopática, sin embargo, la energía curativa está allí y la experiencias exitosas de curación es tan evidente que ya más de 100 años que se vienen aplicando la medicina homeopática.
Por ejemplo, las flores de Bach no están elaboradas de flores, sino de las gotas del rocío que cuelgan en la flor y están cargadas con la luz solar de la mañana. El agua se impregna de esta energía. La luz solar es capturada en el agua y es tan sutil que no hay máquina hecha por el hombre que pueda detectarla.
Las gotas de Bach obtienen un rango de energía diferente de acuerdo al color de cada flor. Por lo tanto, para obtener una sanación del alma, que repercute en la psiquis, hay que combinar los colores hasta encontrar el colorido específico adecuado. Aquella configuración energética faltante en el alma del doliente.
En las 5 leyes existe también el "colorido" del conflicto biológico. El paciente tiene que aprender de las sutilezas de su psiquis y encontrar un camino para resolver el conflicto. Ese trabajo requiere energía, mucha energía. Se trata de hacer una buena introspección para encontrar, —como dice el Dr. Hamer "al igual que un detective"—, la solución del conflicto biológico.
Aquí es en donde ambas medicinas se unen.
La homeopatía busca pues fortalecer el alma del paciente suministrando energía solar al alma y, cuando lo logra, la psiquis obtendrá más herramientas para solucionar el conflicto.
Algo parecido lo hace el CDS, esas moléculas de doble oxígeno unida al cloro, tiene la capacidad de fortalecer también la psiquis del paciente. Eso lo muestra la experiencia que se vuelve evidencia.
Por eso no hay que enfrentar las diferentes medicinas que están en armonía con las leyes de la naturaleza.
La palabra psiquis proviene del griego y significa alma. Lo genial de estas medicinas es que le dan al alma una herramienta importante para que el paciente tome riendas de su salud.
Se sabe que la medicina alopática o la medicina convencional enajena al paciente de su responsabilidad interior respecto a la enfermedad, volviéndole en casi un "menor de edad" el cual tiene que solo ser obediente y no un cuestionador de la sabiduría de los médicos.
La verdadera medicina homeopática, al contrario, busca que el paciente fortalezca su alma en primer lugar, por eso que los remedios homeopáticos no contienen, según la medicina materialista, ningún elemento curativo material para el cuerpo físico, nada que se pueda evidenciar "científicamente". O en el peor de los casos, se considera que éste es tan ínfimo que no se puede detectar en un laboratorio.
Para la medicina homeopática, sin embargo, la energía curativa está allí y la experiencias exitosas de curación es tan evidente que ya más de 100 años que se vienen aplicando la medicina homeopática.
Por ejemplo, las flores de Bach no están elaboradas de flores, sino de las gotas del rocío que cuelgan en la flor y están cargadas con la luz solar de la mañana. El agua se impregna de esta energía. La luz solar es capturada en el agua y es tan sutil que no hay máquina hecha por el hombre que pueda detectarla.
Las gotas de Bach obtienen un rango de energía diferente de acuerdo al color de cada flor. Por lo tanto, para obtener una sanación del alma, que repercute en la psiquis, hay que combinar los colores hasta encontrar el colorido específico adecuado. Aquella configuración energética faltante en el alma del doliente.
En las 5 leyes existe también el "colorido" del conflicto biológico. El paciente tiene que aprender de las sutilezas de su psiquis y encontrar un camino para resolver el conflicto. Ese trabajo requiere energía, mucha energía. Se trata de hacer una buena introspección para encontrar, —como dice el Dr. Hamer "al igual que un detective"—, la solución del conflicto biológico.
Aquí es en donde ambas medicinas se unen.
La homeopatía busca pues fortalecer el alma del paciente suministrando energía solar al alma y, cuando lo logra, la psiquis obtendrá más herramientas para solucionar el conflicto.
Algo parecido lo hace el CDS, esas moléculas de doble oxígeno unida al cloro, tiene la capacidad de fortalecer también la psiquis del paciente. Eso lo muestra la experiencia que se vuelve evidencia.
Por eso no hay que enfrentar las diferentes medicinas que están en armonía con las leyes de la naturaleza.
Sabias, evolutivas ambas!!! ... gracias por coexistir en nuestro camino!.
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