Paracelso y Hamer
Paracelso es el nombre latino adoptado
por el médico y filósofo alemán Theophrast Bombast von
Hohenhein que nació en Einsiedeln, en 1493 y murió a los
48 años en 1541 en Salzburgo.
Ryke Geerd Hamer nació en 1935
y creció en Frisia, Alemania. Se graduó como doctor en medicina y
magíster en teología en la Universidad de Tubinga. También realizó
estudios de física. A principios de los años 80 publicó sus
descubrimientos sobre las 5 leyes biológicas de la naturaleza.
¿Qué tienen en común estos dos
grandes médicos?
Paracelso peregrinó a
Escandinavia en donde vive actualmente Hamer.
Paracelso dejaba entrar a sus
clase a los barberos cirujanos y les hablaba en alemán y no en latín
(lengua de los cultos), quería que los conocimientos médicos fueran
para el pueblo y no para unos cuantos privilegiados. Hamer
desea que las complejas leyes biológicas sean no exclusividad de
pocos, sino de todos los pacientes por igual.
Paracelso fue rebelde con los
principios médicos de su tiempo. Publicó el canon de la medicina de
Avicena, desde ese momento le fue negado impartir clases en la
escuela, le denunciaron, tuvo que marcharse y comenzar desde ese
momento una vida errante, de pueblo en pueblo. Hamer publicó
el “Legado de una Nueva Medicina” y se le negó la habilitación
para enseñarla en la universidades. Fue perseguido y encarcelado,
teniendo que buscar asilo en Noruega.
Paracelso escribió más de 14
volúmenes de medicina, naturismo y filosofía y otros tantos de
teología. Hamer sigue aun escribiendo libros de medicina.
Paracelso también era teólogo.
Hamer igual.
Paracelso tenía su propio
concepto de la sanación basado en el reconocimiento de la íntima
unión de tres elementos que conforman la totalidad del hombre:
espíritu, psiquis y cuerpo. Hamer basa su medicina en
Psiquis-cerebro-órgano.
Paracelso decía que el
verdadero médico es ordenado por Dios. Hamer llama a su
medicina La Medicina Sagrada.
Paracelso apelaba a los poderes
naturales de curación, creía que el cuerpo poseía principios
activos y si se aplicaba un tratamiento expectante se produciría la
sanación. Hamer apela a los procesos biológicos inherentes
en el cuerpo y el tratamiento consiste en la comprensión del mismo
para actuar en armonía con los principios activos.
Paracelso fue espiritualista,
todo cuanto es real y esencial en la naturaleza es espiritual e
invisible, la función del médico es hacerlo visible y comprender
los efectos mágicos de la naturaleza. Hamer presentó al Dios
Odín que canta la alta de la séptima runa, la más alta runa de los
germánicos, la runa de su canto mágico, cuya melodía, como ya he
dicho, parece ser idéntica a la melodía mágica ultraarcaica de
Mein Studentenmädchen (Mi Muchacha Estudiante).
Paracelso abogó por el reparto
de las riquezas. Hamer por el reparto del conocimiento de las
leyes biológicas.
Las ideas de Paracelso
revolucionaron la medicina 30 años después de su muerte en 1541,
sus escritos fueros publicados y en 1618 lograron el rango oficial en
la farmacopea de Inglaterra. A las 5 leyes de Hamer se le
conoce como la 3ra revolución de la ciencia.
Paracelso fue un gran médico
que alcanzó éxitos donde sus contemporáneos fallaron. Hamer
vivencia éxitos similares.
Sobre la tumba de Paracelso se
escribió: " Con artes maravillosas curó heridas horrendas, y
legó a los pobres todos sus bienes". Hamer aun sigue
dando su vida y honestidad para el bien de la humanidad.
Y para terminar las Palabras de
Paracelso: "Aquel que puede curar enfermedades es médico.
Ni los emperadores, ni los papas, ni los colegas, ni las escuelas
superiores pueden crear médicos. Pueden conferir privilegios y hacer
que una persona que no es médico, aparezca como si lo fuera pueden
darle permiso para matar, pero no pueden darle el poder de sanar; no
pueden hacerle médico verdadero si no ha sido ya ordenado por Dios.
El verdadero médico no se jacta de su habilidad ni alaba sus
medicinas, ni procura monopolizar el derecho de explotar al enfermo,
pues sabe que la obra ha de alabar al maestro y no el maestro a la
obra. Hay un conocimiento que deriva del hombre y otro que deriva de
Dios por medio de la luz de la Naturaleza. El que no ha nacido para
médico, nunca lo será. El médico debe ser leal y caritativo. El
egoísta muy poco hará en favor de sus enfermos. Conocer las
experiencias de los demás es muy útil para un médico, pero toda la
ciencia de los libros no basta para hacer médico a un hombre, a
menos que lo sea ya por naturaleza. Sólo Dios da la sabiduría
médica".
Y de Hamer: “Aunque mis
antiguos compañeros me hayan quitado el permiso para ejercer la
medicina (por no querer abjurar y por no convertirme en adepto de la
medicina convencional) y me hayan encerrado 2 veces en la cárcel por
mis descubrimientos, en el futuro cualquiera tendrá que respetar
estos hechos científicos, quiera o no quiera, ya que pueden ser
demostrados fácilmente que son verdad.”
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